Nos encontramos en un momento, en el que cada vez son mas frecuentes las denuncias por intoxicaciones alimentarias. Estas denuncias se presentan mayoritariamente por turistas extranjeros, donde la normativa jurídica de sus países de origen les facilita la presentación de estas demandas sin apenas pruebas.
Esta desproporción entre numero de denuncias de clientes extranjeros y nacionales, no puede deberse a una casualidad, ni puede está relacionada con casos reales de intoxicaciones, sino que sin duda estamos ante casos de fraude con graves consecuencias económicas y de reputación para los establecimientos de hostelería denunciados.
Para defenderse de estos abusos, los empresarios hosteleros deben acreditar que cumple con toda la normativa nacional de seguridad alimentaria y sobre todo, que tienen implantado un sistema de autocontrol y APPCC en su actividad de preparación de comidas.
Un SGSA (Sistema de Gestión de la Seguridad Alimentaria), integra todos los protocolos y procedimientos para controlar cualquier peligro que pueda afectar a la salubridad de los alimentos: Formación de manipuladores, control de proveedores y materias primas, del agua, limpieza y desinfección, control de temperaturas, residuos, plagas, alérgenos, trazabilidad, prácticas correctas de higiene, etc.
Contar con un sistema de este tipo constituye una buena base de defensa ante denuncias fraudulentas, ya que la correcta implantación de un SGSA con sus auditorías y análisis pertinentes, acredita el cumplimiento de la legislación y la calidad de los productos servidos.
Implementar un SGSA en una empresa de hostelería y restauración y mantenerlo actualizado, no es un gasto; es una inversión que reduce el riesgo de afecciones a los clientes y de posibles recalmaciones y denuncias fraudulentas.
Basado en un artículo de TOURINEWS.